miércoles, 23 de marzo de 2011

ever

No me alabes que me canso y pierdo el interés. Dame azotes mientras me sonríes con un labio hacia arriba y el otro haciéndose el duri. Pierdo respeto por el límite y ni el pecado capital me produce cargo de conciencia absoluto. ¿Qué hay después del extremo? Una luz blanca cegadora que te lleva a una vida sin excesos. El aburrimiento no compagina con el radical. Las emociones vienen cuando las buscas. Really, para todo, recoges lo que siembras.

Por la manchega llanura se vuelve a ver la figura de Don Quijote al pasar. Repiensa entonces Dulcinea que vestido se pone para la gala de esta noche. No se donde desembocarán todas esas joyas que tanto prometian. Inconmensurable era todo lo que te iba a aportar antes de que amaneciera. Luego no es para tanto. Por una vez me martirizan las consecuencias y no dejan flotar mi impulsividad. Eres tu. La cobardía mató al más valiente.


Bueno, y adiós a la dama, dama de alta cuna, de baja cama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario