Todas las mujeres deben ser homenajeadas a diario. No voy a
nombrar solo a las madres, aunque hoy
por supuesto en exuberancia, sino a todo el colectivo femenino que lucha cada
día por rehacer lo desecho desde el
backstage sin pedir un átomo en el trueque.
Mujeres que tiran de
principio a fin de un carro sin saber sin conduce a victoria o
derrota, pero que hacen cuanto esta en sus manos para acabar venciendo la
batalla. Sea cual fuere.
Mujeres que levantan al sol y acuestan a la luna, y combaten
el mediodía en silencio.
Mujeres que se quitan protagonismo en sus vidas por dar
gotas de amor a su alrededor.
Miro a los ojos de mi mama y veo un eterno sacrificio, esfuerzo,
trabajo y sufrimiento. Sin embargo, su
mirada en respuesta es capaz de eclipsar ese conjunto y reflejar únicamente alegría.
Ese, creo yo, es el mérito por excelencia. Una madre es una madre. Feliz día de la madre, de la abuela, de la hija...
Ese, creo yo, es el mérito por excelencia. Una madre es una madre. Feliz día de la madre, de la abuela, de la hija...
Viva la mujer.
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