lunes, 9 de julio de 2012

y otras reminiscencias

La inhumanidad ahoga, exprime e idiotiza al planeta; murmura, señala y apalea al diferente, apagándole y provocándole pesadillas diurnas en las que vaga entre las sombras deseando llegar al hogar que nunca tuvo, volver a abrazar a la madre que se extinguió en la infancia y recibir una simple muestra de cariño que no conlleve escupitajos.

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