
Nos esperábamos una macroespicha que abarcara toda la ciudad y la bañara de verde. Pero nos encontramos un panorama bastante diferente. Los cuatro que íbamos disfrazados nos autogritabamos por la calle el mítico eeeeh! dejando que las miradas de los demás nos apuñalaran por escandalosos.
También cantamos el Belle of Belfast city a diestro y siniestro por si podíamos recuperar el espíritu olvidado de algún alma irlandesa perdida.
De todas formas nosotros bebimos igual, por si acaso. Tampoco vamos a infringir los mandamientos del convenio Erasmus.
no ves que no son irlandeses, que son de lekeitio!
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