Por la manchega llanura se vuelve a ver la figura de Don Quijote al pasar. Repiensa entonces Dulcinea que vestido se pone para la gala de esta noche. No se donde desembocarán todas esas joyas que tanto prometian. Inconmensurable era todo lo que te iba a aportar antes de que amaneciera. Luego no es para tanto. Por una vez me martirizan las consecuencias y no dejan flotar mi impulsividad. Eres tu. La cobardía mató al más valiente.
Bueno, y adiós a la dama, dama de alta cuna, de baja cama.

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